Sociedad anónima
Si estás interesado en establecer una empresa es importante que conozcas las estructuras empresariales disponibles, para que elijas la que mejor se adapte a tu proyecto. Entre ellas está la sociedad anónima, una forma de organización empresarial que ofrece numerosas ventajas a los accionistas.
En el siguiente artículo encontrarás la definición de sociedad anónima, características, tipos, derechos y responsabilidades de los accionistas. Por eso, si estás interesado en establecer una sociedad anónima o deseas conocer más sobre esta forma de organización empresarial, sigue leyendo para obtener una visión completa de sus beneficios y desafíos.
¿Qué es una sociedad anónima?
La sociedad anónima es una forma de organización empresarial que se caracteriza por la división del capital social en acciones que pueden ser libremente compradas y vendidas por los accionistas. debe ser única, lo que implica que no pueden existir dos sociedades anónimas con la misma denominación, la cual siempre irá seguida de las siglas S. A.
Los accionistas tienen una responsabilidad limitada al capital que han aportado, lo que significa que no son responsables de las deudas y obligaciones de la sociedad más allá de su aporte de capital.
Esta entidad jurídica cuenta con capacidad legal para realizar actividades comerciales, contratar empleados, adquirir bienes, entre otras funciones.
La gestión de la sociedad está en manos del Consejo de Administración, órgano que tiene las facultades necesarias para la dirección y representación de la sociedad. La Junta General de Accionistas, como órgano supremo de la sociedad, ejerce la fiscalización y control de la gestión social.
En España, la sociedad anónima se rige por la Ley de Sociedades de Capital y se utiliza con frecuencia en la constitución de empresas de gran tamaño, como bancos, compañías de energía y telecomunicaciones.
En Latinoamérica, este tipo de sociedad es una forma popular de organización empresarial, y se regula por las leyes de cada país.
Características de la sociedad anónima
A continuación, te presentamos algunas de las principales características de la sociedad anónima que debes conocer y tener en cuenta antes de considerar su creación o inversión en una empresa que se rige bajo esta forma jurídica:
- Capital social dividido en acciones: Una de las principales características de la sociedad anónima es que su capital social se divide en acciones, lo que permite mayor facilidad para la inversión y el financiamiento de la empresa.
- Responsabilidad limitada de los accionistas: Los accionistas de una sociedad anónima tienen una responsabilidad limitada sobre el capital que han aportado; es decir, no están obligados a responder por las deudas de la empresa más allá del valor de su inversión.
- Personalidad jurídica propia: La sociedad anónima es una entidad jurídica independiente de sus accionistas, lo que significa que tiene capacidad legal para realizar actividades comerciales, contratar empleados, adquirir bienes, entre otras.
- Órganos de gestión y control: Cuenta con una estructura organizativa que incluye el Consejo de Administración, encargado de la gestión; y la Junta General de Accionistas, que tiene la responsabilidad de fiscalizar y controlar la gestión social.
- Accionariado disperso: A diferencia de otras formas de organización empresarial, como la sociedad limitada, en la sociedad anónima el accionariado puede estar compuesto por un gran número de accionistas con una participación reducida en el capital social.
Esto porque las acciones pueden ser fácilmente compradas o vendidas en el mercado de valores. Lo que permite que los accionistas tengan una participación reducida en el capital social, lo que a su vez reduce el riesgo financiero de cada uno de ellos.
- Posibilidad de cotizar en bolsa: Debido a su estructura organizativa y al uso de acciones, las sociedades anónimas tienen la posibilidad de cotizar en bolsa, lo que posibilita obtener financiamiento y una mayor visibilidad en los mercados financieros.
Tipos de sociedad anónima
Conocer los diferentes tipos de sociedad anónima es importante para cualquier persona que esté interesada en constituir una empresa. Por lo tanto, es fundamental estar preparado y conocer cuáles son las características principales de cada uno de ellos antes de tomar una decisión.
La sociedad anónima puede ser de dos tipos: abierta y cerrada. A continuación, te presentamos una breve explicación sobre ambos tipos:
Sociedad anónima abierta
La sociedad anónima abierta es una forma de organización empresarial que se utiliza para captar grandes cantidades de capital de una amplia base de inversores mediante la emisión de acciones negociables en el mercado bursátil.
Hay que destacar que las sociedades anónimas abiertas tienen la obligación de hacer públicos sus estados financieros y otra información relevante para los inversores y el mercado en general.
Sociedad anónima cerrada
Una sociedad anónima cerrada es una forma de organización empresarial que se utiliza principalmente para empresas de carácter familiar o pequeñas empresas, donde los accionistas tienen un grado de cercanía entre sí y una relación personal o empresarial previa.
A diferencia de las sociedades anónimas abiertas, estas empresas no tienen la obligación de cotizar en la bolsa de valores y no pueden emitir acciones al público en general. En su lugar, los accionistas deben acordar entre ellos el valor de las acciones, el cual no está sujeto a fluctuaciones del mercado.
Las sociedades anónimas cerradas tienen menos accionistas y un menor capital social que las sociedades anónimas abiertas. Estas empresas no están sujetas a las mismas obligaciones de divulgación y transparencia que las anteriores, aunque están obligadas a cumplir con ciertos requisitos legales y financieros establecidos en las leyes de cada país, en cuanto a su constitución, operación y supervisión.
Acciones y accionistas en una sociedad anónima
Dentro de una sociedad anónima es importante conocer los distintos tipos de acciones, así como los derechos y obligaciones que tienen los accionistas en relación con su inversión en la empresa.
Asimismo, se hace necesario tener en cuenta la responsabilidad de los accionistas en la sociedad anónima, tanto en términos de su participación en la toma de decisiones como en asumir riesgos financieros. En los siguientes apartados se detallan estos aspectos.
Tipos de acciones
Las acciones son títulos que representan la propiedad o participación en una empresa. En una sociedad anónima, existen diferentes tipos de acciones que pueden emitirse, tales como acciones ordinarias, acciones preferentes, acciones con dividendo fijo, entre otras:
- Acciones ordinarias: son las acciones más comunes en una sociedad anónima y otorgan a sus titulares el derecho a voto en las juntas de accionistas y a recibir dividendos cuando la empresa obtiene beneficios.
- Acciones preferentes: confieren a sus titulares ciertos privilegios respecto a las acciones ordinarias, como el derecho a recibir dividendos antes que los demás o a cobrar una cantidad fija en caso de liquidación de la empresa. Sin embargo, no tienen derecho a voto en las juntas de accionistas.
- Acciones con dividendo fijo: garantizan a sus titulares un dividendo fijo y predeterminado, independientemente de los resultados de la empresa. Estas acciones suelen ser emitidas por empresas que tienen una alta previsibilidad en sus ingresos y beneficios.
Cada tipo de acción otorga diferentes derechos y privilegios a sus tenedores, por lo que es importante que los inversores conozcan las características de las acciones antes de invertir.
Derechos y obligaciones de los accionistas
Antes de tomar la decisión de elegir qué tipo de organización a crear, es preciso conocer los derechos y obligaciones que tienen los accionistas en cada una. En una sociedad anónima son los siguientes:
Derechos:
- Al voto: Tienen el derecho a participar y votar en las juntas generales de accionistas, donde se toman decisiones importantes relacionadas con la empresa.
- A la información: Tienen derecho a recibir información relevante sobre la empresa, como los estados financieros, informes de gestión y cualquier otra información que pueda afectar sus inversiones.
- A los beneficios y patrimonio de la sociedad: Tienen derecho a recibir una parte proporcional de los beneficios y del patrimonio de la sociedad, en función del número de acciones que posean.
- De libre transmisión de acciones: Tienen el derecho de ceder o transmitir libremente sus acciones, excepto en el caso de las acciones privilegiadas, que pueden tener restricciones en su transmisión.
- Preferente de suscripción: Tienen el derecho preferente de suscripción en caso de que la empresa realice una nueva emisión de acciones. Esto significa que tienen la prioridad para adquirir nuevas acciones antes que cualquier otra persona o entidad.
Obligaciones:
- Pagar el valor de las acciones suscritas: Al adquirir una acción, el accionista debe comprometerse a pagar el valor acordado por ella, ya sea en una sola cuota o en varias, de acuerdo con lo establecido en el contrato de suscripción de acciones.
- Respetar los acuerdos adoptados en las juntas generales de accionistas: Los accionistas tienen la obligación de cumplir con los acuerdos adoptados en las juntas generales de accionistas, siempre y cuando éstos sean válidos y estén dentro de la ley.
- No competir con la sociedad, salvo autorización de la misma: Los accionistas no pueden realizar actividades que compitan con la sociedad anónima, salvo que ésta les haya otorgado la autorización correspondiente. Generalmente, a través de la junta de accionistas o del consejo de administración, dependiendo de lo establecido en los estatutos de la empresa.
- Asumir las pérdidas en proporción a su participación accionarial: Deben asumir las pérdidas de la sociedad en proporción a su participación accionarial; es decir, en función del número de acciones que posean. Por ejemplo, si una empresa tiene 100 acciones en total y un accionista posee el 10% de las acciones (10 acciones), deberá asumir el 10% de las pérdidas de la empresa.
- Acatar las normas estatutarias de la sociedad anónima: Estas normas estatutarias deben ser acatadas por todos los accionistas, ya que determinan las competencias y responsabilidades de los órganos sociales, la forma de tomar decisiones, las obligaciones de los accionistas y demás aspectos relevantes para el funcionamiento de la sociedad anónima.
Responsabilidad de los accionistas en la sociedad anónima
La responsabilidad de los accionistas en una sociedad anónima se limita al capital aportado; es decir, no responden personalmente por las deudas y obligaciones de la empresa más allá de su inversión.
Sin embargo, en ciertas circunstancias, como en caso de fraude o actuación negligente por parte de los administradores o directivos, los accionistas pueden ser considerados responsables subsidiarios o solidarios ante terceros o acreedores de la empresa.
En estos casos, se podría solicitar el embargo de los bienes de los accionistas para cubrir las deudas de la sociedad anónima.
¿Cómo se constituye una sociedad anónima?
La constitución de una sociedad anónima es un proceso formal que requiere seguir ciertos pasos y cumplir con varios requisitos legales.
Dicho esto, veamos los pasos necesarios para constituir una sociedad anónima:
- Elaboración de los estatutos sociales: Los estatutos sociales son el documento que establece las normas y regulaciones que regirán el funcionamiento de la sociedad.
Deben ser redactados con detenimiento y detalle, y especificar el nombre y objeto social de la sociedad, el capital social, el número y clases de acciones que se emitirán, el número de miembros del consejo de administración, los procedimientos para la emisión de acciones, la forma de distribución de los beneficios y las pérdidas, entre otros aspectos que se consideren relevantes.
- Constitución de la sociedad: La constitución de la sociedad implica la elaboración de la escritura pública ante un notario, en la que se establecerá la creación de la sociedad y se incorporarán los estatutos sociales.
- Registro de la sociedad: La sociedad debe ser registrada en el Registro Mercantil, lo que implica presentar la escritura pública ante el registro y pagar los impuestos y tarifas correspondientes.
- Obtención del NIF (Número de Identificación Fiscal): La sociedad debe solicitar el NIF ante la Agencia Tributaria para poder realizar actividades económicas y tributar.
- Legalización de los libros contables: La sociedad debe legalizar sus libros contables ante el Registro Mercantil.
- Inscripción en el Registro de Accionistas: La sociedad debe inscribir a sus accionistas en el Registro de Accionistas.
- Obtención de licencias y permisos: Dependiendo del objeto social de la sociedad, pueden ser necesarias licencias y permisos adicionales para operar legalmente.
Requisitos para constituir una sociedad anónima
A continuación se presentan algunos de los requisitos más comunes para constituir una sociedad anonima:
- Mínimo de accionistas: Por lo general, se requiere un mínimo de dos accionistas para constituir una sociedad anónima, aunque algunos países permiten la constitución de una sociedad unipersonal.
- Capital mínimo: Es necesario un capital mínimo para constituir la sociedad, y su monto también varía según la legislación de cada país.
- Escritura de constitución: La sociedad anónima debe contar con una escritura de constitución que debe ser otorgada ante un notario público y registrada en el registro mercantil correspondiente.
- Estatutos sociales: Los estatutos sociales son un documento fundamental para la sociedad anónima, ya que en ellos se establecen las normas y regulaciones que regirán el funcionamiento de la empresa. Estos deben estar debidamente aprobados por la asamblea de accionistas.
- Órganos sociales: La sociedad anónima debe contar con órganos sociales como la asamblea de accionistas, el consejo de administración y la dirección general. Los requisitos para la composición y funcionamiento de estos órganos también varían según la legislación de cada país.
- Inscripción en el registro mercantil: Finalmente, la sociedad anónima debe ser inscrita en el registro mercantil correspondiente para que pueda operar legalmente y realizar actividades comerciales.
Ventajas y desventajas de la sociedad anónima
Es importante tener en cuenta tanto las ventajas como las desventajas de una sociedad anónima al tomar la decisión de utilizar este tipo de organización empresarial. Veamos una lista de cada una:
Ventajas de una sociedad anónima
- Responsabilidad limitada de los accionistas: los accionistas solo son responsables por el monto de su inversión en la empresa y no por deudas o obligaciones adicionales.
- Mayor acceso a financiamiento: las sociedades anónimas pueden obtener capital de un gran número de inversionistas a través de la emisión de acciones.
- Continuidad de la empresa: la sociedad anónima tiene una existencia legal separada de sus accionistas, lo que permite una mayor estabilidad y continuidad en caso de la muerte o salida de uno de ellos.
- Facilidad de transferencia de propiedad: las acciones se pueden comprar y vender libremente en el mercado bursátil, lo que permite a los accionistas transferir su propiedad con facilidad.
- Mayor transparencia: las sociedades anónimas tienen la obligación de hacer públicos sus estados financieros y otra información relevante para los inversores y el mercado en general.
Desventajas de la sociedad anónima
- Costos iniciales y continuos: la creación y operación de una sociedad anónima puede ser costosa debido a los requisitos legales y de regulación, así como a los costos de mantenimiento continuo.
- Mayor complejidad de gestión: la sociedad anónima puede ser más difícil de gestionar debido a la necesidad de cumplir con los requisitos legales y de regulación, así como a la complejidad de estructuras de gobierno corporativo.
- Posible pérdida de control: si un accionista mayoritario vende sus acciones a un tercero, esto puede resultar en la pérdida de control de la empresa por parte de los accionistas originales.
- Menor flexibilidad en la toma de decisiones: la sociedad anónima puede requerir una mayor cantidad de trámites y aprobaciones para tomar decisiones importantes debido a la complejidad de las estructuras de gobierno corporativo.
Órganos de dirección y control de la sociedad anónima
Los órganos de dirección y control de la sociedad anónima se encargan de la toma de decisiones, gestión y supervisión de la empresa, asegurando su correcto funcionamiento y cumplimiento de las regulaciones aplicables. Te describimos brevemente los principales:
- Junta de Accionistas: Es el órgano supremo de la sociedad anónima y está conformado por los accionistas. Se encarga de tomar las decisiones importantes de la empresa, como la elección del consejo de administración y la aprobación de los estados financieros.
- Consejo de Administración: Es el órgano encargado de la gestión y administración de la sociedad anónima. Está compuesto por un número determinado de miembros, elegidos por la junta de accionistas, y se encarga de tomar decisiones en nombre de la empresa.
- Gerencia General: Es el órgano ejecutivo encargado de la gestión diaria de la sociedad anónima y está a cargo de la implementación de las decisiones tomadas por el Consejo de Administración.
- Revisor Fiscal: Es el encargado de verificar la contabilidad y los estados financieros de la sociedad anónima y de emitir un concepto sobre los mismos.
Disolución y liquidación de la sociedad anónima
Aunque el deseo común es que todo sea para siempre, esto no es posible; lo mismo sucede con las empresas. En el caso de las sociedades anónimas, existen causales de disolución y un procedimiento de liquidación que es esencial conocer.
Causales de disolución de una sociedad anónima
Las causales de disolución de una sociedad anónima pueden variar según la legislación de cada país o región, pero algunas de las razones más comunes incluyen:
- Expiración del plazo de duración establecido en los estatutos: Toda sociedad anónima debe establecer en sus estatutos un plazo de duración, el cual puede ser determinado o indeterminado. En caso de que se haya establecido un plazo determinado y este haya llegado a su término, la sociedad anónima deberá disolverse.
- Imposibilidad de continuar con las operaciones comerciales: Si la sociedad anónima se encuentra en una situación en la que es imposible continuar con sus operaciones comerciales, ya sea por una causa interna o externa, puede ser motivo de disolución.
Por ejemplo, si la sociedad anónima no puede obtener los recursos financieros necesarios para continuar con sus actividades, se puede considerar que se encuentra en una situación de imposibilidad de continuar con las operaciones.
- Falta de capital: Si la sociedad anónima no cuenta con el capital suficiente para continuar operando, esto puede ser motivo de disolución. En algunos casos, se puede recurrir a un aumento de capital o a la búsqueda de nuevos inversores para solucionar este problema.
- Quiebra: La quiebra es una situación en la que una empresa no puede hacer frente a sus deudas y obligaciones financieras. Si la sociedad anónima se encuentra en una situación de quiebra, puede ser motivo de disolución.
- Incumplimiento de las regulaciones y leyes aplicables: Toda sociedad anónima está sujeta a una serie de regulaciones y leyes aplicables en el país o región donde se establezca. Si la sociedad anónima incumple alguna de estas regulaciones o leyes de manera grave, puede ser motivo de disolución. Por ejemplo, si la sociedad anónima no cumple con sus obligaciones fiscales o laborales, es posible que sea sancionada y disuelta.
Procedimiento de liquidación de una sociedad anónima
El procedimiento de liquidación de una sociedad anónima en general involucra la designación de un liquidador para manejar la venta de los activos y la distribución de los fondos a los acreedores y accionistas.
El liquidador tiene la responsabilidad de asegurar que todos los activos sean vendidos al mejor precio posible y que los fondos se distribuyan de manera justa y equitativa entre los acreedores y accionistas de la empresa.
Para ello debe realizar un inventario detallado de los activos y pasivos de la empresa, vender con la autorización correspondiente de los acreedores.
De igual manera, debe cancelar las deudas pendientes con los acreedores y empleados de la empresa, así como distribuir el remanente de los fondos entre los accionistas, en proporción a su participación accionaria. Por último, presentar un informe final de la liquidación de la empresa ante los organismos reguladores correspondientes.
Ejemplos de sociedad anónima
Para que tengas una idea más completa, te presentamos algunos ejemplos de empresas conocidas que se han constituido como sociedad anónima:
Telefónica S.A.: empresa multinacional de telecomunicaciones con sede en España, que ofrece servicios de telefonía fija y móvil, internet y televisión a clientes en varios países de Europa y América Latina.
Banco Santander S.A.: empresa bancaria española que opera en varios países de Europa y América Latina, ofreciendo servicios financieros a particulares y empresas.
Inditex S.A.: empresa multinacional de moda con sede en España, que es propietaria de marcas como Zara, Massimo Dutti y Pull & Bear.
Petrobras S.A.: es una empresa petrolera brasileña que se constituyó como sociedad anónima en 1953, y que es una de las mayores empresas de su sector en América Latina.
Conclusiones y recomendaciones
Constituir una sociedad anónima es un proceso que requiere un conocimiento detallado de la normativa legal y fiscal del país o región donde se establecerá la sociedad. Es recomendable contar con el asesoramiento de expertos en la materia para garantizar el cumplimiento de todas las regulaciones y leyes aplicables.
De igual manera, es importante destacar que cada país cuenta con organismos encargados de supervisar y regular el funcionamiento de las sociedades anónimas, como la Comisión Nacional de Valores en Argentina, la Comisión para el Mercado Financiero en Chile, la Superintendencia del Mercado de Valores en Perú y la Superintendencia Financiera de Colombia.
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