Patrimonio en Contabilidad
Comprender qué es el patrimonio en contabilidad te permitirá tomar decisiones correctas respecto a la gestión de los recursos y las finanzas de una empresa o negocio, debido a que este puede ser calculado en términos económicos para evaluar su solvencia y rentabilidad.
Si quieres saber más sobre el patrimonio en contabilidad, en el siguiente artículo encontrarás su definición, importancia, clasificación y varios ejemplos.
¿Qué es patrimonio en contabilidad?
El patrimonio en contabilidad, también conocido como patrimonio empresarial, es un término que hace referencia al valor neto de una empresa, cuyo resultado se obtiene de la diferencia entre los activos y los pasivos; es decir que para calcularlo se tiene en cuenta el total de sus recursos y derechos, así como sus obligaciones y deudas.
Los activos se componen de los bienes físicos de la empresa, inversiones, cuentas pendientes de cobro, efectivo y otros activos líquidos.
Por su lado, los pasivos están conformados por las obligaciones financieras como deudas para pagar a corto, mediano y largo plazo.
Una vez obtenido el resultado de la diferencia entre los activos y pasivos, estamos ante el patrimonio neto de la empresa.
¿Por qué es importante conocerlo?
Si en este momento, luego de leer la definición de patrimonio en contabilidad, aún te preguntas por qué es importante conocerlo, te diremos por qué:
- Para empezar, el patrimonio refleja el capital de la empresa, y te permite conocer el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que hacen parte de la actividad del negocio.
- Dependiendo de los tipos de empresas, el patrimonio puede ser variable. Comprenderlo desde esta variación te permitirá guiar el negocio atendiendo las necesidades comerciales.
- Permite tomar mejores decisiones al conocer el estado actualizado de los activos y pasivos de la empresa. Así, sabrás cuánto ahorrar o cuánto invertir para asegurar el futuro del negocio.
Cómo se clasifica el patrimonio en contabilidad
El patrimonio en contabilidad se divide en tres elementos fundamentales para la contabilidad de una empresa, los cuales permiten realizar un balance contable e interpretar su situación financiera.
Estos elementos son: activos, pasivos y patrimonio.
Activos
Cuando estamos ante los activos, nos enfrentamos a todo lo que se refiere a los recursos de una empresa. Estos, a su vez, permiten llevar a cabo las diferentes operaciones. Se representan en un conjunto de bienes, inversiones y derechos de propiedad.
Los activos se clasifican en tres grupos principales: activo circulante, activo fijo y activo diferido. Cada uno atiende a una naturaleza diferente, como veremos:
- Activo circulante: son los bienes e inversiones adquiridos por la empresa, fáciles de mover y de convertir en dinero a corto plazo. Se subdividen en:
- Activo circulante disponible: es el dinero en efectivo existente en la caja o en la cuenta de banco.
- Activo circulante realizable: corresponde a las deudas que la empresa tiene pendiente de cobro.
- Activo circulante existente: hace referencia a la mercancía e inventario que están disponibles para ser comercializados.
- Activo fijo: son todos los bienes tangibles e intangibles de la empresa que contribuyen a la realización de la actividad económica.
Entre los tangibles están los muebles, edificios, máquinas, computadores, entre otros similares.
Y en los intangibles nos encontramos con patentes, software, marcas, etc.
- Activo diferido: los activos diferidos son aquellos por los que la empresa ha pagado, pero aún no hace uso de ellos como por ejemplo un seguro o combustibles.
Pasivos
Los pasivos son las deudas y obligaciones que tiene la empresa con otras personas jurídicas o personas naturales. Se clasifica en tres grupos: pasivo corriente, pasivo no corriente y pasivo diferido.
- Pasivo corriente: también es conocido como pasivo circulante y es aquel que se forma con las obligaciones que una empresa, entidad o negocio tiene a corto plazo. Por lo tanto, corresponde a las deudas y obligaciones con una duración menor a un año. Se encuentra, a la vez, dentro del balance general y dentro del pasivo.
- Pasivo no corriente: se le conoce, de igual manera, como pasivo fijo. Está conformado por las deudas y obligaciones de la empresa, entidad o negocio, con plazo mayor a un año, lo que implica que no tiene la responsabilidad de devolver el quantum principal del año en curso; sin embargo, se debe cumplir con el pago de los intereses.
- Pasivo diferido: corresponde a las obligaciones que tiene una empresa, entidad o negocio debido a ingresos percibidos de manera anticipada por la venta de un producto o realización de un servicio a futuro. La palabra “diferido” quiere decir que los ingresos se aplazan o reparten en diferentes periodos, como ocurre con una venta a plazos y con los bonos diferidos.
Patrimonio neto
El patrimonio neto corresponde al valor total de una empresa, en un momento determinado, luego de descontarse sus deudas.
Por lo mismo, podemos decir que el patrimonio neto es el valor de la empresa, cuyo resultado es la diferencia entre el activo y el pasivo. Con él se componen los fondos propios del negocio, que corresponde al dinero que aportan los socios, las reservas y los beneficios.
Ecuación patrimonial en contabilidad
La ecuación patrimonial en contabilidad, o simplemente ecuación contable, es la base que sostiene el sistema contable por partida doble, cuyo principal exponente fue el italiano Luca Pacioli.
Se define, principalmente, bajo el concepto que indica que la suma del valor de las cuentas del activo será igual a la suma del valor de las cuentas del pasivo sumado a las cuentas del patrimonio, también denominado capital o fondos propios.
Una vez realizada la ecuación contable, si el pasivo supera el valor del activo se entiende como un valor negativo. Este valor, en contabilidad, indica que la empresa o entidad está técnicamente en quiebra.
Cómo se calcula el patrimonio en contabilidad
A manera de síntesis, te mostramos la fórmula con la que se calcula el patrimonio en contabilidad:
Activos = Pasivo + Capital
Activo – Pasivo = Patrimonio Neto
Cuentas del patrimonio en contabilidad
Las cuentas del patrimonio en contabilidad son las que representan los recursos y bienes de una empresa, así como sus obligaciones y deudas. Estas pueden variar dependiendo del tipo de empresa y su estructura.
Teniendo claridad en el último punto, podemos decir que las cuentas más comunes del patrimonio en contabilidad son:
- Capital contable: es la diferencia de los activos de una empresa menos los pasivos. Con el capital contable se mide la inversión realizada y disponible desde una perspectiva neta, dado que excluye elementos pasivos y externos.
- Reservas: corresponde a una parte de los fondos propios de una empresa, los cuales son retenidos con el fin de satisfacer requerimientos legales, estatutarios u ocasionales como hacer frente a una obligación con terceros que se presente de forma inmediata. La reserva puede ser legal, voluntaria, especial o por pérdidas y ganancias actuariales.
- Utilidades acumuladas: son las ganancias que una empresa obtiene con el pasar del tiempo y que se van acumulando, pueden convertirse en capital o distribuirse entre los socios con el pago de los dividendos.
- Propiedad, planta y equipo: hace referencia a todos los activos tangibles propiedad de la empresa. Estos se usan durante más de un periodo económico para la producción o suministro de bienes o servicios, arrendamiento a terceros o para fines meramente administrativos.
- Intangibles: en contabilidad, un intangible es un activo que carece de naturaleza física como una patente, marca, derechos de autor, metodologías de negocio, etc. A pesar de su falta de corporalidad, los intangibles son activos comunes dentro del mundo mercantil actual.
- Deudas a largo plazo: son deudas que la empresa tiene para ser pagadas en un plazo mayor a un año. Estas deudas le permiten tener mayor flujo de capital y flexibilidad con la estructuración de los pagos.
- Pasivos corrientes: son las deudas a corto plazo con proveedores y acreedores comerciales. Estas son deudas con un plazo de pago menor a un año.
Elementos que conforman el patrimonio en contabilidad
El patrimonio en contabilidad cuenta con tres elementos fundamentales, los cuales son: bienes, derechos y obligaciones.
Veamos una definición de cada elemento:
Bienes
Los bienes son un conjunto de todo lo que la empresa tiene bajo propiedad y que poseen un valor monetario, estos pueden ser perceptibles o no por los sentidos. Son bienes, por ejemplo: las oficinas, un local, maquinaria, patentes, mercancía, una calculadora, títulos valores, etc.
Derechos
Los derechos hacen referencia a lo que le deben a la empresa, como ocurre con las deudas de los clientes por la compra a crédito de mercancías. De igual manera, se refiere a los títulos de propiedad, tales como patentes, marcas registradas y licencias.
Obligaciones
Las obligaciones son las deudas que tiene la empresa, así como sus responsabilidades financieras iguales a préstamos, hipotecas, deudas a proveedores, salarios, entre otros.
Clasificación de las cuentas patrimoniales
La clasificación de las cuentas patrimoniales se da en dos categorías: pasivos y activos.
Estas dos categorías, como se vio antes, son fundamentales para el principio de partida doble en contabilidad. Su objetivo es mantener equilibrado el patrimonio de la empresa; para ello, cada transacción contable debe tener un impacto en dos o más cuentas: una activa y otra pasiva.
Recordemos, los pasivos son las obligaciones y las deudas; mientras que los activos representan los recursos y propiedades.
Ejemplos de patrimonio en contabilidad
Antes de terminar, te dejamos tres ejemplos de patrimonio en contabilidad con los que podrás encontrarte en un balance contable:
- Propiedad planta y equipo
Como bienes físicos de la empresa, este patrimonio contable comprende los edificios, máquinas, vehículos y demás. Para reflejar su valor actual, se debe actualizar cada periodo y comprender que estos activos se deprecian con el pasar del tiempo.
- Intangibles
Son derechos y activos no físicos de la empresa. Dentro de la lista de intangibles encontramos los software, marcas, derechos de uso, entre otros de igual naturaleza. Su valor puede aumentar o disminuir con el paso del tiempo, dependiendo del comportamiento del mercado.
- Deudas a largo plazo
Este es un pasivo que representa las obligaciones a largo plazo. La empresa tiene la responsabilidad de cumplir con el pago de los intereses y amortizaciones, teniendo en cuenta que el valor puede variar.
Usando y dando valores a los tres ejemplos mencionados, veamos cómo se calcula el patrimonio neto:
- Propiedad, planta y equipo: $10.000
- Intangibles: $50.000
- Deudas a largo plazo: $75.000
El patrimonio neto lo hallamos sumando los activos y restando los pasivos:
Patrimonio neto = ($100.000 + $50.000) – $75.000
Patrimonio neto = $150.000 – $75000
Patrimonio neto = $75000
Esto significa que los activos totales de la empresa tienen un valor de $75.000.
Conclusiones y recomendaciones
Si has llegado hasta este punto, seguramente ya te queda fácil comprender que, cuando el patrimonio de una empresa se identifica de manera adecuada, es posible realizar una valoración y un registro de sus elementos en los estados financieros para garantizar su fiabilidad y transparencia.
Para determinar el patrimonio contable, y lograr resultados satisfactorios en la rentabilidad de la empresa, es fundamental clasificar adecuadamente los bienes, derechos y obligaciones.
Si al finalizar el periodo contable la empresa obtiene ganancias, se puede decir que ha aumentado su patrimonio; pero si hay pérdidas, el patrimonio disminuye.
Para concluir, te recomendamos que antes de iniciar un emprendimiento analices los conceptos que acabas de leer en este artículo.
Si las dudas persisten, no dudes en acudir a un experto en finanzas o contabilidad, quien te dará asesoría profesional sobre el manejo del patrimonio de tu empresa. De igual manera, puedes encontrar información adicional en los demás artículos de este blog.